Después de pasar por un confinamiento hemos empezado a dar más valor al espacio donde habitamos y quizás nos ha hecho plantearnos hacer reformas en casa o incluso buscar una nueva residencia. De hecho, todavía estamos en un proceso de cambio con respecto a todo lo que hasta ahora regía nuestras vidas: relaciones sociales, trabajo, escuela, ocio, turismo… Pero esta nueva normalidad ya deja ver la tendencia hacia donde se dirigen nuestras preferencias sobre la vivienda.
La cocina y el comedor son nuestras estancias favoritas según una encuesta propia. Y tanto es así, que ha crecido el interés por abrir el espacio convirtiendo la cocina, el comedor y la sala de estar en una sola estancia. Los espacios abiertos, un estilo mucho más habitual en otros países, han ganado peso entre nuestras preferencias.
Antes, si es que teníamos, quizás no pisábamos mucho el balcón y ahora se ha convertido en un espacio más de convivencia y en muchos casos lo hemos ambientado para disfrutarlo más.
Durante el confinamiento, el número de búsquedas de casas con jardín o terraza creció, según reflejan varios portales inmobiliarios como fotocasa o idealista (ahora parece que la tendencia se está suavizando). Lo mismo sucedió con la búsqueda de casas fuera de las grandes ciudades, si la gente puede teletrabajar ya no importa el lugar donde esté su empresa. Por ello, es muy probable que mucha gente, sobre todo familias, estén dispuestas a vivir fuera de los núcleos urbanos para ganar espacio.
El teletrabajo también nos ha hecho repensar el espacio y por eso valoramos mucho más las estancias multifuncionales por encima de las de un solo uso.
Y la luz natural también se ha vuelto mucho más importante tanto para trabajar dentro de casa como para pasar largas estancias sin salir de ella, la luz es vital.
En Arnó, ya antes de toda esta nueva realidad, estábamos trabajando en el proyecto de construcción de una promoción exclusiva de 5 casas situadas en una zona residencial de Lleida, entre el Arboretum y Agrónomos. Unas casas diseñadas por Julio Mejón Arquitectura con jardín y piscina comunitaria. Cada vivienda tiene dos plantas: una planta baja abierta, donde gracias a su orientación se aprovecha la luz natural y el clima de la zona y una planta superior, con 4 dormitorios y 2 baños, pensada para el descanso.
Aunque el proceso de cambio aún esté activo, seguro que tenemos muy claro cómo es el hogar donde queremos vivir.