Hace unos años (junio 2012- agosto 2013) se hizo la reposición de los bloques del rompeolas al dique del este del Puerto de Barcelona. El objeto del proyecto era la rehabilitación del dique este del Puerto de Barcelona, que debido a los fuertes temporales a los que había estado expuesto durante los años anteriores, se había visto degradado en exceso.
La obra, para la Autoridad Portuaria de Barcelona, consistió en la fabricación de 9.000 cubos de hormigón in situ para después colocarlos con una gran grúa sobre un rompeolas de 110.000 tn utilizado como banco para apoyarlos.
Los bloques actúan como barrera para amortiguar la fuerza de las olas cuando rompen contra los muros que hacen de abrigo al puerto. Las dimensiones y la forma cúbica son determinadas por la facilidad para hacer las piezas en cadena, optimizando tiempo y recursos. El peso, de 50 toneladas por pieza en este caso, es el valor determinado por la infraestructura y se calcula en función de la fuerza media del mar en ese punto.
La ampliación del dique este del Puerto de Barcelona se inició en el 1900, cuando el comercio por vía marítima estaba en pleno crecimiento. El proyecto fue innovador porque usó cajones de hormigón para formar el muro y bloques para el rompeolas. En aquellos momentos, apenas empezada a utilizarse este sistema.
En 1910, durante la construcción del dique, se pudo comprobar la resistencia que ofrecía la estructura ya que un fuerte temporal asoló la zona y tan sólo provocó pequeños destrozos.
Actualmente, el hormigón es uno de los materiales más utilizados para construir estructuras que tienen que estar en contacto con el agua porque es un material económico, con un buen comportamiento físico y del que se tiene un gran conocimiento. Fruto del enorme número de obras que se realizaron durante años utilizando el sistema de bloques, hoy es común ver construcciones de diques empleando cubos de cemento armado.