La carretera N-II entre Barcelona y Girona es uno de los principales accesos viarios de la conexión norte-sur catalana, circulando una media de 21.000 vehículos diarios.
En esta carretera, a su paso por el término municipal de Tordera, hay dos puntos que suponen algún tipo de riesgo de accidentes. Por este motivo, el Ministerio de Fomento está realizando obras de mejora del trazado y reordenación de los accesos con un presupuesto de 5.109.492,02 €. Estas obras, cuya finalización se espera sea a finales de 2016, se están realizando con desvíos provisionales para no interrumpir la circulación, puesto que es un paso importante de vehículos.
En el primer punto, kilómetro 684+100, hay un acceso a una urbanización mediante un cruce a nivel que permite giros hacia la izquierda donde se producen frecuentes colisiones frente-laterales.
En el segundo, en el punto quilométrico 685+780, hay un enlace con un paso inferior de bajo gálibo, insuficiente para el paso de camiones y sin espacio para el paso de dos vehículos simultáneamente. Además, las incorporaciones a la N-II son directas, en pendiente y con poca visibilidad.
Una buena parte de nuestro trabajo diario consiste al mejorar la seguridad vial mediante la construcción de carreteras, obras de mejora, control o la conservación, afirma el director general de Arnó, Joan Albert Arqués.
Los nuevos enlaces, ejecutados por Arnó, que se están haciendo en ambos puntos de riesgo, son pasos inferiores con anchas rotondas para una circulación segura. También se están modificando los parámetros del trazado de la carretera según la legislación vigente.